La
Princesa Luisa del Reino Unido, nació el 18 de marzo de 1848 y murió el 13 de diciembre de 1939.Miembro de la Real Familia Britanica desde su nacimiento como sexta hija de los nueve hijos de la Reina Victoria y su esposo,el principe Alberto.
Fue bautizada en la Capilla Privada del
palacio de Buckingham, el
13 de mayo de
1848, por
Juan Bird Summer, arzobispo de Canterbury, siendo sus padrinos el príncipe
Gustavo de Mecklemburgo-Schwerin (cuya madre, Luisa de Sajonia-Gotha, era prima del rey Jorge III),
María de Hesse-Kassel, duquesa de Sajonia-Meiningen, y
Augusta Carolina de Hannover, princesa heredera de Mecklemburgo-Strelitz (prima de la reina Victoria).
Su madre, la Reina, deseaba para ella un esposo adecuado. La
princesa de Gales sugirió a su hermano, el príncipe heredero de Dinamarca, Federico (futuro rey
Federico VIII) como un posible candidato, pero la Reina se opuso firmemente, pues temía que otra unión danesa pudiera enojar a
Prusia. La hermana mayor de Luisa, la
princesa heredera de Prusia, propuso a su propio candidato, el alto y rico príncipe
Alberto de Prusia,
primo de su esposo. Sin embargo, él estaba dudoso en vivir en
Inglaterra. La reina Victoria entonces propone la idea de que Luisa se
case con algún miembro de la nobleza británica. El príncipe de Gales
(futuro rey
Eduardo VII), estuvo en desacuerdo con esta idea.
Eventualmente apareció un candidato adecuado,
John George Campbell,
marqués de Lorne, heredero del duque de Argyll. Los padres del marqués
eran conocidos por la reina, y ellos aceptaron gustosos el enlace.
Además, para ese momento el marqués era también miembro del Parlamento.
Luisa y el marqués de Lorne se casaron en la Capilla Privada del
castillo de Windsor, el
21 de marzo de
1871.
En una
época en que ciertos temas constituían un absoluto tabú, nadie había
tenido el detalle de comentarle a Louise que el gallardo Lorne parecía
preferir la compañía masculina en la más privada de las esferas. No
puede decirse a ciencia cierta que Lorne haya sido homosexual; quizá se
tratase de un bisexual pero con una marcada preferencia hacia los
varones. Su círculo de amigos se componía principalmente de
homosexuales, algunos de ellos bastante disolutos. Probablemente, las
tendencias de Lorne marcasen, desde el principio, distancias entre la
pareja, aunque parece evidente que ella no tenía conciencia del sustrato
del cual provenía aquella frialdad. Lorne podía ser muy romántico a la
hora de componer versos, pero no se mostraba así con su mujer; la
pasión, si alentaba en su interior, no se enfocó hacia la esposa. Sin
embargo, el matrimonio funcionó...de la manera en que funcionan tantos
otros...en su primera etapa. Para Louise, el principal motivo de
insatisfacción radicaba en que no lograba quedarse embarazada.
No tuvieron hijos. De acuerdo a un historiador, Luisa quedó estéril a
consecuencia de haber sufrido paperas juveniles agravadas por una
meningitis. Otros varios biógrafos, sin embargo, han hecho hincapié en
la sexualidad de su marido. Es cierto que él prefería la compañía de
otros hombres a la de su esposa y que también, durante su matrimonio, se
separaron por largos periodos por ostensibles razones de mal
temperamento por parte de Luisa
En
1878, el Marqués fue designado Gobernador General de
Canadá. El
14 de noviembre de
1878, Lord Lorne y la princesa Luisa partieron del puerto de
Liverpool
en un largo viaje hacia Canadá. Luisa fue popular en Canadá, y en su
extensivo tour por este país, pudo visitar a su vecino, los
Estados Unidos.
Rideau Hall sería, pues, el hogar canadiense de los Lorne. La pareja
viajó hacia Canadá en noviembre de 1878, iniciando su travesía en el
puerto de Liverpool. Aunque la reina Victoria había hecho saber su
opinión respecto a que su "Loosy" debería cruzar el océano a bordo de un
buque insignia de la Royal Navy, Lorne insistió en que ambos cubrirían
el trayecto marítimo en el barco
"Sarmatian", de la Allan Line.
El viaje no se inició con buen ánimo, ya que existían rumores acerca de
que los Fenianos, que luchaban por la independencia de Irlanda,
intentarían llevar a cabo un atentado contra Louise y Lorne mientras
éstos se dirigian a Canadá. En realidad, los Fenianos no supusieron más
que una preocupación; el auténtico problema que se encontraron fueron
una serie de tormentas que mantuvieron a la mareada Louise postrada en
el lecho de su camarote.
Para colmo, la llegada de los Lorne a Canadá estuvo envuelta en un
aire trágico. El príncipe Alfred, Affie duque de Edimburgo, hermano
mayor de "Loosy", era un notable oficial de la Royal Navy que, en esos
momentos, tenía a su mando el buque de guerra
"Black Prince",
fondeado en aguas canadienses. Affie sería quien recibiría a "Loosy" y
Lorne, que, en el aspecto oficial, tendrían la acogida del primer
ministro conservador de Canadá, Sir John MacDonald. Para cuando los
Lorne, en su
"Sarmatian", arrivaron al puerto de Halifax, Affie
les salió al encuentro con las peores noticias posibles: en el Neues
Palais de Darmstadt, en Hesse, su hermana Alice se enfrentaba a un drama
doméstico porque todos sus hijos menos Ella, rápidamente enviada a casa
de la abuela paterna, habían contraído la difteria; una de las niñas,
May, la pequeñita, había muerto y se temía especialmente por el niño
Ernie. Así que, mientras que Lorne entablaba su primer contacto político
con el primer ministro MacDonald, Louise experimentaba una enorme
angustia pensando en lo que estaría sufriendo su hermana Alice en
Darmstadt. La lejanía, que hacía que cualquier noticia llegase con
retraso, añadía un terrible suspense al asunto.
Los Lorne llegaron al Rideau en un momento en que Louise estaba en
Canadá sólo de cuerpo presente, pues su mente trataba de alcanzar, en
vano, Darmstadt en Hesse. La mansión, exageradamente sobria, no le causó
una gran impresión, aunque Lorne trató de convencerla de que era "mucho
mejor que Kensington Palace". Cuando por fín recibieron noticias, éstas
no podían ser peores: al comunicar Alice la noticia de la muerte de May
a Ernie, éste se había sentido desolado, por lo que la madre quiso
reconfortarle con un abrazo y un beso; el beso fue el beso de la muerte,
ya que el niño transmitió la difteria a la madre. Alice estaba
extenuada, después de semanas atendiendo a sus hijos Victoria, Irene,
Alix, Ernie y May; la muerte de May había supuesto un terrible impacto
emocional y psíquico, que acabó con sus últimas reservas de energía;
carecía de defensas para afrontar ella misma aquel funesto brote de
difteria. Alice falleció, reuniéndose en el panteón de los Hesse con su
hijo preferido, Frittie, un niño hemofílico fallecido unos años antes a
causa de un horrible accidente, y con su hija May, la primera víctima de
la difteria.
El golpe de saber que tras su sobrina May había muerto su hermana
Alice fue muy duro para Louise. Sus peores temores respecto a lo que
supondría alejarse de la familia se habían cumplido en un tiempo récord:
de cualquier cosa que les ocurriese a los suyos, ella sería la última
en enterarse. Estaba muy afectada, considerablemente deprimida.
En resumen: Louise no entró con buen pié en Canadá.