miércoles, 24 de octubre de 2012

La princesa Luisa fue una excepcional escritoria, escultora y artista, pudiendo pintar tanto en óleo como en colores al agua. La puerta que pintó con delicadas flores de manzana aún puede verse en el corredor Monck de Rideau Hall. Ella le dio el nombre de Regina (latín de Reina) a la capital de los Territorios del Noroeste (desde 1905 provincia de Saskatchewan), y el de Alberta a uno de los distritos del los Territorios del Noroest (luego la provincia de Alberta); el Lago Luisa en ese mismo distrito fue llamado así en su honor. Además, fue una mujer compasiva, llegando al extremo de que, durante la epidemia de fiebre escarlatina, no dudó en cuidar personalmente a los enfermos.



El 14 de febrero de 1880 quedó gravemente herida cuando su carruaje se volcó en las calles de Ottawa, en Ontario, pero felizmente logra recuperarse totalmente. Luisa y su esposo regresan definitivamente a Inglaterra en 1883, aunque ella ya había regresado previamente por dos años para recuperase de sus heridas.
El 4 de abril de 1900, el 8vo duque de Argyll murió, y el marqués de Lorne pasa a ser el 9no duque de Argyll, y Luisa, la duquesa de Argyll.
El duque murió de neumonía en 1914. La princesa Luisa, ahora viuda, pasa la mayor parte de la Primera Guerra Mundial visitando las tropas canadienses que marchaban a combatir en Francia. Ella sobrevivió hasta los inicios de la Segunda Guerra Mundial, falleciendo en el palacio de Kensington, el 13 de diciembre de 1939, a los 91 años de edad. Según sus deseos, su cuerpo fue cremado en elCrematorio de Golders Green, en el norte de Londres, y sus cenizas depositadas en el Real Cementerio de Frogmore.


Lady Luisa


La Princesa Luisa del Reino Unido, nació el 18 de marzo de 1848 y murió el 13 de diciembre de 1939.Miembro de la Real Familia Britanica desde su nacimiento como sexta hija de los nueve hijos de la Reina Victoria y su esposo,el principe Alberto.

Fue bautizada en la Capilla Privada del palacio de Buckingham, el 13 de mayo de 1848, por Juan Bird Summer, arzobispo de Canterbury, siendo sus padrinos el príncipe Gustavo de Mecklemburgo-Schwerin (cuya madre, Luisa de Sajonia-Gotha, era prima del rey Jorge III), María de Hesse-Kassel, duquesa de Sajonia-Meiningen, y Augusta Carolina de Hannover, princesa heredera de Mecklemburgo-Strelitz (prima de la reina Victoria).






Su madre, la Reina, deseaba para ella un esposo adecuado. La princesa de Gales sugirió a su hermano, el príncipe heredero de Dinamarca, Federico (futuro rey Federico VIII) como un posible candidato, pero la Reina se opuso firmemente, pues temía que otra unión danesa pudiera enojar a Prusia. La hermana mayor de Luisa, la princesa heredera de Prusia, propuso a su propio candidato, el alto y rico príncipe Alberto de Prusia, primo de su esposo. Sin embargo, él estaba dudoso en vivir en Inglaterra. La reina Victoria entonces propone la idea de que Luisa se case con algún miembro de la nobleza británica. El príncipe de Gales (futuro rey Eduardo VII), estuvo en desacuerdo con esta idea.




Eventualmente apareció un candidato adecuado, John George Campbell, marqués de Lorne, heredero del duque de Argyll. Los padres del marqués eran conocidos por la reina, y ellos aceptaron gustosos el enlace. Además, para ese momento el marqués era también miembro del Parlamento. Luisa y el marqués de Lorne se casaron en la Capilla Privada del castillo de Windsor, el 21 de marzo de 1871.




En una época en que ciertos temas constituían un absoluto tabú, nadie había tenido el detalle de comentarle a Louise que el gallardo Lorne parecía preferir la compañía masculina en la más privada de las esferas. No puede decirse a ciencia cierta que Lorne haya sido homosexual; quizá se tratase de un bisexual pero con una marcada preferencia hacia los varones. Su círculo de amigos se componía principalmente de homosexuales, algunos de ellos bastante disolutos. Probablemente, las tendencias de Lorne marcasen, desde el principio, distancias entre la pareja, aunque parece evidente que ella no tenía conciencia del sustrato del cual provenía aquella frialdad. Lorne podía ser muy romántico a la hora de componer versos, pero no se mostraba así con su mujer; la pasión, si alentaba en su interior, no se enfocó hacia la esposa. Sin embargo, el matrimonio funcionó...de la manera en que funcionan tantos otros...en su primera etapa. Para Louise, el principal motivo de insatisfacción radicaba en que no lograba quedarse embarazada.


No tuvieron hijos. De acuerdo a un historiador, Luisa quedó estéril a consecuencia de haber sufrido paperas juveniles agravadas por una meningitis. Otros varios biógrafos, sin embargo, han hecho hincapié en la sexualidad de su marido. Es cierto que él prefería la compañía de otros hombres a la de su esposa y que también, durante su matrimonio, se separaron por largos periodos por ostensibles razones de mal temperamento por parte de Luisa




En 1878, el Marqués fue designado Gobernador General de Canadá. El 14 de noviembre de 1878, Lord Lorne y la princesa Luisa partieron del puerto de Liverpool en un largo viaje hacia Canadá. Luisa fue popular en Canadá, y en su extensivo tour por este país, pudo visitar a su vecino, los Estados Unidos.




Rideau Hall sería, pues, el hogar canadiense de los Lorne. La pareja viajó hacia Canadá en noviembre de 1878, iniciando su travesía en el puerto de Liverpool. Aunque la reina Victoria había hecho saber su opinión respecto a que su "Loosy" debería cruzar el océano a bordo de un buque insignia de la Royal Navy, Lorne insistió en que ambos cubrirían el trayecto marítimo en el barco "Sarmatian", de la Allan Line. El viaje no se inició con buen ánimo, ya que existían rumores acerca de que los Fenianos, que luchaban por la independencia de Irlanda, intentarían llevar a cabo un atentado contra Louise y Lorne mientras éstos se dirigian a Canadá. En realidad, los Fenianos no supusieron más que una preocupación; el auténtico problema que se encontraron fueron una serie de tormentas que mantuvieron a la mareada Louise postrada en el lecho de su camarote.

Para colmo, la llegada de los Lorne a Canadá estuvo envuelta en un aire trágico. El príncipe Alfred, Affie duque de Edimburgo, hermano mayor de "Loosy", era un notable oficial de la Royal Navy que, en esos momentos, tenía a su mando el buque de guerra "Black Prince", fondeado en aguas canadienses. Affie sería quien recibiría a "Loosy" y Lorne, que, en el aspecto oficial, tendrían la acogida del primer ministro conservador de Canadá, Sir John MacDonald. Para cuando los Lorne, en su "Sarmatian", arrivaron al puerto de Halifax, Affie les salió al encuentro con las peores noticias posibles: en el Neues Palais de Darmstadt, en Hesse, su hermana Alice se enfrentaba a un drama doméstico porque todos sus hijos menos Ella, rápidamente enviada a casa de la abuela paterna, habían contraído la difteria; una de las niñas, May, la pequeñita, había muerto y se temía especialmente por el niño Ernie. Así que, mientras que Lorne entablaba su primer contacto político con el primer ministro MacDonald, Louise experimentaba una enorme angustia pensando en lo que estaría sufriendo su hermana Alice en Darmstadt. La lejanía, que hacía que cualquier noticia llegase con retraso, añadía un terrible suspense al asunto.

Los Lorne llegaron al Rideau en un momento en que Louise estaba en Canadá sólo de cuerpo presente, pues su mente trataba de alcanzar, en vano, Darmstadt en Hesse. La mansión, exageradamente sobria, no le causó una gran impresión, aunque Lorne trató de convencerla de que era "mucho mejor que Kensington Palace". Cuando por fín recibieron noticias, éstas no podían ser peores: al comunicar Alice la noticia de la muerte de May a Ernie, éste se había sentido desolado, por lo que la madre quiso reconfortarle con un abrazo y un beso; el beso fue el beso de la muerte, ya que el niño transmitió la difteria a la madre. Alice estaba extenuada, después de semanas atendiendo a sus hijos Victoria, Irene, Alix, Ernie y May; la muerte de May había supuesto un terrible impacto emocional y psíquico, que acabó con sus últimas reservas de energía; carecía de defensas para afrontar ella misma aquel funesto brote de difteria. Alice falleció, reuniéndose en el panteón de los Hesse con su hijo preferido, Frittie, un niño hemofílico fallecido unos años antes a causa de un horrible accidente, y con su hija May, la primera víctima de la difteria.

El golpe de saber que tras su sobrina May había muerto su hermana Alice fue muy duro para Louise. Sus peores temores respecto a lo que supondría alejarse de la familia se habían cumplido en un tiempo récord: de cualquier cosa que les ocurriese a los suyos, ella sería la última en enterarse. Estaba muy afectada, considerablemente deprimida.

En resumen: Louise no entró con buen pié en Canadá.